La Guardia Civil sospecha que es el novio de la chica brasileña cuyo cuerpo fue encontrado en diciembre en la misma playa
La Guardia Civil se encuentra investigando el hallazgo de un cadáver el pasado domingo en la Playa del Dosel, en Cullera, cerca del faro, y trata de averiguar si pertenece a Marcos Pérez de la Torre, de 36 años y natural de Coslada.
El hombre desapareció en noviembre en Ibiza junto a su novia, la brasileña Katia Ferreiras Santos, de 34 años, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el pasado 18 de diciembre en la misma playa y presumiblemente fue arrastrado desde Ibiza por el temporal.
El cuerpo hallado ahora se encuentra en avanzado estado de descomposición, apenas conserva el esqueleto, y será muy difícil la identificación, que deberá hacerse mediante el ADN, según informan fuentes de la investigación.
Las mismas fuentes señalan que ha perdido toda la ropa, lo que dificultará mucho más el análisis forense, que tratará de examinar, entre otras cosas, si en los restos hay signos de violencia como impactos de bala, lesiones o fracturas.
La pareja desapareció en Cala Llonga (Ibiza) el 18 de noviembre de 2016 en circunstancias que todavía no han sido esclarecidas.
Su coche fue encontrado destrozado en lo alto de un acantilado y se barajan varias hipótesis: que alguien arrojase los cuerpos al mar sin vida o que murieran ahogados tras caer de forma accidental al agua al mismo tiempo. También se piensa que el vehículo fue desvalijado y destrozado, quizá sin relación con el caso, después de que cayeran al mar, pues se tardó algunos días en encontrarlo.
El segundo cadáver ha sido encontrado por una persona que paseaba por la zona y llamó al 112. La Policía Local y la Guardia Civil en seguida se personaron en el lugar y comprobaron que se trataba de huesos humanos.
Tras la inspección ocular, el forense examinó los restos in situ y el juez ordenó el levantamiento y posterior traslado del cadáver al Instituto de Medicina Legal de Valencia.
El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha explicado que se ha tomado una huella dactilar para comprobar la identidad y si es o no el novio de la mujer brasileña, que también figura hasta el momento como desaparecido.
«No descartamos nada», señaló el delegado del Gobierno en Valencia en su día. Las investigaciones van dirigidas a averiguar «si cayeron al mar o no, si fue fortuito o intencionado», y en este último supuesto, «quién lo provocó». Las posibilidades van desde un suicidio, un accidente o un homicidio.
La investigación se ha centrado desde la aparición del cadáver de Katia en conocer el tipo de vida que llevaban y los últimos movimientos de la pareja en la isla de Ibiza, preguntando a amigos y familiares, inspeccionando el coche y su casa en Santa Eulalia, sin testigos de lo ocurrido.
Al parecer, Marcos el pasado 18 de noviembre, el mismo día en que se les perdió la pista, llamó a su familia para decirles que tenía pensado viajar a Madrid para presentarles a Katia. Fue la última vez que escucharon su voz.